Lección: Mateo 19:1-12 Texto: Hebreos 13:4
INTRODUCCION
En el Sermón de Monte ya Jesús había tocado este tema,
tan relevante para los Judíos en todo tiempo, de igual modo para la iglesia hoy.
Se dan muchas interpretaciones que afectan directamente a la vida de los creyentes,
que asumen que esa interpretación en correcta. Veamos que dice nuevamente
Jesús, frente a la pregunta que si es lícito que un hombre se separe de su esposa
por cualquier motivo. Él nos dirija en este estudio.
DESARROLLO
v.1-6) Para avanzar, si
ordenamos los ministerios de Jesús, temenos, el gran ministerio en Galilea (desde Mat.4:12-15:20) luego
el Ministerio del retiro (15:21-18:35) y ahora el ministerio en Perea (Mat.Cap.19
y 20),
diremos que cada evangelista escribe según su inspiración y orden de acontecimientos
con un propósito específico. Mateo ahora relata que Jesús está saliendo de Galilea
conduciéndose directamente a Jerusalén, por lo que estos 2 próximos capítulos, serán
en Perea. Como lectores de la Biblia sabemos que no sólo se encamina a Jerusalén,
sino al templo de Jerusalén, para vivir las diversas etapas o episodios de la
Semana de la Pasión (Monte de los Olivos, Betania, Getsemaní, la casa de
Caifás, el tribunal, el palacio de Pilato, el Gólgota) a la tumba, de la cual
el Señor resucitará gloriosamente. Amén. Usando “…cuando Jesús
terminó estas palabras”, como haciendo alusión a un cambio de sermon,
enseñanza o tema, se dirige a estas coordenadas, donde vemos que seguía en convivencia
con grandes multitudes, donde al igual que en pasajes tan conmovedores estudiados
(Mat.8:17 y 9:35-38) se advierte el poder manifestado por su amor por ellos, a
tal punto que “los sanó a todos”. Gloria a Dios porque sabemos que Él no cambia.
Lo que tampoco cambia en este sector (Perea), es la hostilidad de los fariseos
(como vimos anteriormente), ya que aún siendo otras personas, tampoco les afectaba
en amor con que el Mesías actuaba. Seguro no estuvieron en el Sermón del Monte y
posiblemente por esa razón, realizan esta radical y conflictiva pregunta ¿Es
lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?. Esta tentación era, como ocurría con
frecuencia, una especie de trampa. Cualquier respuesta que se diese, pensaban
los fariseos, Jesús se va a ver en dificultades. La situación era la siguiente:
Entre los judíos había una diferencia de opinión en cuanto a lo que Moisés
había enseñado con respecto al problema del divorcio. Había escrito: “Cuando
alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado ʿerwath
dābhār (original) en ella, le escribirá carta de divorcio …” (Deu.24:1). Pero, ¿qué se quiere decir por ʿerwath
dābhār? ¿Significa “una cosa escandalosa”? Otras suposiciones son:
“alguna indecencia”, “algo impropio”, “conducta impropia”, “alguna cosa
ofensiva”, “una cosa vergonzosa”, etc. Según Shammai* y sus seguidores
la referencia era a la falta de castidad o sea el adulterio. Según
Hillel* y sus discípulos el sentido era mucho más amplio. Ellos enfatizaban las
palabras “Si no le agradare”, y en consecuencia permitían el divorcio
por las razones más insignificantes, de modo que el marido podía desechar a su
mujer si ella casualmente le servía una comida que estuviera ligeramente
quemada, o si en casa hablaba tan alto que los vecinos podían oírla. Si Jesús
daba respaldo a la interpretación más estricta, favorecida por Shammai, estaría
desagradando a los seguidores de Hillel. Además, parece que eran muchos los que
estaban de acuerdo con las opiniones más liberales de Hillel. Aun los
discípulos podrían haber compartido este punto de vista (por el comentario que
realizan en el verso 10). Además, si el Señor se ponía de parte de Shammai, los
fariseos podrían haberlo acusado, aunque no en forma justa, de ser
contradictorio cuando de todos modos se juntaba con los pecadores y comía con
ellos. Por otra parte, si Jesús respaldaba la interpretación liberal “cualquier
cosa sirve como base para el divorcio”, ¿qué pensarían los discípulos de
Shammai? ¿No sería acusado por las personas más serias y conscientes de tolerar
la ligereza moral? Y, ¿qué pensaría de él la parte femenina de la población? REFLEXION
PRACTICA: Con todo este movimiento feminista que se ha levantado desde el
Siglo XX, ¿ cuál es la respuesta que tienen frente a esta pregunta, o similar ,
las hermanas de la iglesia ? Se hace esta reflexión, no para poner en dos
posturas a las hermanas, si no más bien, para escuchar claramente la respuesta de
Jesús. (Favor no polemizar, ni aceverar que usted tiene la razón, ya que Dios
tiene la respuesta perfecta.Amén) [* NOTA
: Shammai e Hillel son rabinos judios influyentes que fundaron las escuelas de
pensamiento Beit Hillel y Beit Shammai,
cuyos debates se encuentran recogidos en el Talmud. Hillel es generalmente
considerado más indulgente, mientras que Shammai es considerado más estricto en
sus interpretaciones de la ley judía.]
En el verso 4, Jesús no
evita la pregunta, ya que en el verso 9 aparece su respuesta específica. Aquí los
lleva al origen de todas las cosas creadas por Dios (Que maravillo, Él no va
solo a Moisés, sino a la perfección original del Creador) Gén.1:27 y 2:24. En este verso de Gén.2:24
se establecen los tres principios del proyecto divino, de su diseño perfecto para
el matrimonio y por ende de un hogar. Los resumiremos. PRINCIPIO DE 1° INDEPENDENCIA = formarán una nueva familia (dejando las suyas), el que
se casa, casa quiere. “dejará el hombre padre y madre” (v.5); 2° GENERO = Entre
hombre y “una” mujer, a “su” mujer; v.4 “varón
y hembra los creó”. (Ya que solo la mujer tiene una matriz para
procrear, de allí la palabra “matri” monio); 3° INDISOLUBILIDAD= “SU” MUJER , no varias. “y
se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne?”
v.5 (Una sola mujer, era el propósito original
antes de la caída)… hasta llegar a ser uno (en pensamiento, vida, camino,
actuar y espiritualmente, como proyecto de vida, no sólo el aspecto carnal, en
intimidad). Sin separarse, sin divorciarse. (Este es el fundamento del
HOGAR, LA FAMILIA y el PROYECTO de Dios, truncado por causa del pecado, por la
dureza del corazón de los Israelitas y hoy también en la Iglesia). Por eso una
de la condiciones que debe tener un verdadero siervo de Dios en la Iglesia es
“QUE EL HOMBRE TENGA UNA SOLA MUJER” (1°Tim.3:2 y 12; Tito
1:6), hoy requisito
tan manipulado por los que deben velar por la obra de Dios.
Jesús consideraba el matrimonio como una
unión indisoluble, una unión hasta que la muerte los separe (v.6), una
institución definitivamente divina, en la que no hay que entremeterse, lo que
es claro por lo siguiente:
a. De otro modo su argumento
perdería su fuerza;
b. los que lo escuchaban no
necesitaban que se les dijera que es costumbre que los hombres se casen; y
c.
esto está en línea con las palabras que siguen de inmediato, “Por lo tanto, lo
que Dios ha unido no lo separe el hombre.” (Mar.10:9)
IMPORTANTISIMO : Lo que “Dios”
unió. Por eso antes se enseñaba (se debe seguir haciendo), que hay que
pedirle un esposo o esposa al Señor. Si lo hacemos o elegimos nosotros o es
algo impuesto o humano, carnal del momento, seguro tendremos dificultades y
probablemente terminaremos divorciados. Por eso Pablo toca este tema nuevamente
con todas sus variantes en 1°Corintios
en todo el Capítulo 7. (No lea este capítulo, se
podrá estudiar más adelante).
v.7-12) Los fariseos se habían acostumbrado tanto a hablar del divorcio y a
descuidar la ordenanza divina del matrimonio, que aun ahora se niegan a aceptar
la exposición que Jesús hace de Gén.1:27 y 2:24. Es por esto que lo remiten a Moisés.
(Se ha dado cuenta que los hombres siempre buscan y tienen una excusa para no
obedecer a Jesús, y le buscan la quinta pata al gato, como decimos). Así
quieren enfatizar la posibilidad de la separación como alternativa real, abierta
y en cualquier circunstancia, volviendo a la carta de Moisés. (Este documento
está disponible en www.ibep.cl > DOCUMENTOS > BUSCAR : CARTA
REPUDIO MOISES).
Una cosa es decir: “Si no te gusta tu
esposa, bueno, divórciate de ella”. Es algo completamente distinto decir: “Si
estás convencido de que tienes buenas razones para desechar tu esposa, por lo
menos debes proporcionarle una carta de divorcio. Además, debes considerar muy
cuidadosamente lo que vas a hacer, porque si después te arrepientes de lo que
has hecho, pueda ser imposible recuperar lo que has perdido”. Como se señaló
anteriormente, Moisés había hecho todo lo que estaba en su poder para oponerse
al divorcio. Fue solamente por la dureza del corazón del pueblo que Moisés hizo
la concesión. En esta concesión de Deu.24 se muestran más interesados los
fariseos que en la institución divina recién expuesta. Así Jesús señala una vez
más hacia la ordenanza original del matrimonio, esto es, a la “forma en que
había sido “desde el principio”. En el verso 9, está la respuesta para todos los
que aún no entienden la respuesta a esta pregunta, muy de moda hoy. “Pero os
digo que todo aquel que se divorcia de su esposa salvo en caso (sobre la base)
de infidelidad, y se casa con otra, comete adulterio”. La infidelidad
marital es un ataque a la esencia misma del vínculo matrimonial (El adulterio
es el único pecado donde no sólo el cuerpo se une, sino también el espíritu de
los que lo ejecutan, por eso es algo que no se borra = Proverbios 6:32-33). En este caso es la esposa misma
quien está “separando” lo que Dios ha unido (También puede ser el hombre, hoy está
en boga, por el pecado y debilidad del hombre, donde satanás logra vencer, Dios
nos guarde a cada uno de nosotros). En cuanto a lo que nos entregan los
relatos, esta es la única base que Jesús mencionó para dar a la persona
inocente, en este caso el marido, el derecho de divorciarse de su mujer y
casarse con otra. Los fariseos nuevamente han sido derrotados. Por el momento
han quedado en silencio. Jesús ha demostrado que estaban equivocados, y para
ello ha citado a “Moisés”, al cual ellos habían hecho referencia (v. 7). Ellos
desaparecen del escenario. Jesús entra en una casa, donde lo encontramos en
compañía de los discípulos. Los fariseos ya no se mencionan (Mar. 10:10). Ahora les toca a los discípulos
hablar. v.10) Sí, “mejor” o “más provechoso”. Ellos, junto con mucha gente de
su época—¡y de hoy!, parecen haber estado obsesionados con la idea: “¿Qué puedo
sacar para mí del matrimonio?” Su pregunta debiera haber sido: “¿Cómo puede un
hombre usar esta maravillosa institución en beneficio de su esposa, de sí
mismo, de los hijos que tengan, de sus semejantes y del reino de Dios?” Estos
hombres no entendieron aun en forma completa que el espíritu de amor, de
servicio y de sacrificio, la actitud misma de su Maestro (Luc.20:28;22:27), debe ser aplicada a toda relación
de la vida, también al matrimonio (Efe.5:22-33). V.11) El Señor ha citado y explicado la
ordenanza divina del matrimonio; los discípulos han respondido: “Si tal es el
caso … es mejor no casarse”. Así Jesús ahora muestra que realmente no hay razón
para desesperar. Naturalmente, no todos los hombres pueden aceptar su
declaración (dicho, conversación, afirmación) con referencia al matrimonio como
una institución divina de la más alta significancia para el hombre, que no debe
ser violada de ningún modo. No todos los hombres tienen lugar para esta
enseñanza en sus corazones y vidas. El cumplimiento fiel de las responsabilidades
matrimoniales requiere gracia, que es don de Dios. Sin esta ayuda divina, es
imposible el verdadero matrimonio que glorifica a Dios. Sin embargo, hay
situaciones que hacen imposible o no aconsejable el matrimonio para un hombre,
y ahí si, hay algo de verdad en la observación de los discípulos. V.12) Jesús
va a terminar mencionando tres tipos de situaciones posibles en los hombres. El
primer grupo está formado por quienes son eunucos (castrados)
debido a un defecto congénito. El segundo se refiere a hombres que
fueron castrados físicamente por alguna razón. Esta deplorable condición les
era impuesta por otros hombres. (2°Rey.20:18;Est.2:14). Tales eunucos
frecuentemente eran elegidos para servir como custodios de un harén. En Hch.8:26-39
vemos claramente que a veces ellos alcanzaban elevadas posiciones. La tercera
clase también pueden ser llamados “eunucos”, aunque ahora la palabra se usa en
sentido figurado. Estos hombres no son impotentes, podrían casarse y cumplir
todas sus responsabilidades en ese estado, si así lo quisieran. Su abstinencia
del matrimonio es de un carácter puramente voluntario. Hay eunucos o célibes
“en beneficio del reino de los cielos”. Estando plenamente conscientes de que
en el curso de la expansión del evangelio se presentarán situaciones marcadas
por tremendas penurias y angustias, pero sin embargo, estando llenos del anhelo
de entregar verdaderamente el mensaje de salvación de un lado a otro, estos
hombres, por propia iniciativa, no por decreto humano ni divino, deciden no
casarse.
CONCLUSION
Avanza Jesús en su ministerio, cumpliendo para lo que fue
enviado. Enseña y responde con la perfección de Su creación, en el matrimonio,
donde Dios no pensó en el divorcio, Él les responde a todos y hoy a nosotros que
esto no es permitido, si la unión fue de Dios, y además si no hay adulterio
(como única razón aceptable), ya que ahora es Él quien sostiene. También Él
será el que juzgue cada caso, ya que lo primero es el perdón que justificación
y la santificación del arrepentido (Mujer adúltera, lo cual es otro tema, otra
respuesta a otra pregunta y no esta).Dios es y será el juez , lea Hebreos 13:4. Los hermanos de
Jesús, incluso Pedro, andaban con sus esposas en sus giras (1°Cor.9:5) y otro que tenía el
don, no casado, Pablo, también fue usado para el ministerio con los mismos derechos.
Por el pecado, la dureza del corazón y la liviandad hoy muchos, la iglesia no,
se acepta cualquier cosa. La respuesta de Jesús es clara y esa es la verdad. Dios
bendiga y guarde a los matrimonios de este siglo, nuestras esposas son una bendición
de Él. Amén!