Lección: Mateo 9:27-34 Texto: Lucas 7:21
INTRODUCCION
En un día muy agitado y con una secuencia
de milagros en medio de la multitud que lo sigue, Jesús, más que llegar al
final de su tarea diaria, continúa haciendo misericordia con los necesitados, en
esta oportunidad es seguido por dos ciegos y se encuentra con un mudo que causará
un clímax adicional a la resurrección precedente de la hija de Jairo, que lo
llevó a una fama por toda aquella tierra.(v.26)
DESARROLLO
V.27-31) Los gritos a distancia de dos
ciegos, parecen no tener efecto en Jesús mientras caminaba en dirección hacia
la casa donde estaba pernoctando. Sólo debemos destacar que la frase “Hijo de David”
representa el aspecto mesiánico de un reinado político y terrenal del salvador
(Juan 7:42; Rom.1:3, 9:5), expresado en los Salmos, por
lo cual quizás la respuesta para atenderlos no fue inmediata. Llegando a “la casa”,
la cual, no se sabe si es una casa alquilada en Capernaum por el ministerio, o una
casa facilitada por algún seguidor bondadoso o la propia. Pero es aquí, que el
Señor les pregunta directamente y atiende a su clamor diciéndoles ¿Creéis
que puedo hacer esto?. Sabiendo que Dios conocía aún los pensamientos de todos
(como hemos estudiado), esta pregunta tiene validez, para confirmar por sus propios
labios la fe de ellos en Jesús, como dice Romanos 10:9 para así ser salvos y
sanados de su ceguera física (Juan 11:26, 40). La respuesta de ellos es
satisfactoria y provoca el actuar de Dios. Esto siempre será así, Dios responde
a corazones necesitados que depositan toda su confianza en la persona de Jesús,
ya que sin fe es imposible agradar a Dios. Amén. Reflexión : Si Jesús nos preguntara hoy a nosotros lo mismo, en cualquier ámbito
de aflicción ¿Cuál sería nuestra respuesta?. No podemos negar tampoco que en algunos pasajes
el necesitado (sin pregunta previa), recibe el favor de Dios inmerecido, sólo
por su amor bendito y poder, ya que Él es soberano y tiene toda potestad (Vea Mat.8:28,
11:20-24; Luc.17:17).
Muy respetuosamente ellos le dijeron: Sí, Señor. En cuanto al
significado de “Señor”, veamos Mat.7:21 y 8:2. Entonces él les tocó los ojos y
dijo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. En cuanto a este “toque”
maravilloso y tierno, en completa correspondencia con la fe de ellos; producir
la fe en la persona misma y preservar esta fe es el propósito de los milagros. Y
sus ojos les fueron abiertos, al toque de Cristo la luz entró en sus
ojos, de modo que en un momento glorioso lo vieron todo claramente. Y Jesús les
advirtió severamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa. El original tiene
solamente tres palabras; “Ved nadie descubra”. En cuanto a “advirtió
severamente”, veamos también Mar. 1:43; 14:5; Jn.11:33, 38; especialmente Mar.
14:5: “Murmuraban (o censuraban) contra ella”. Considerando lo que ya se ha
dicho (v. 27) no es muy sorprendente que Jesús hiciera esta advertencia.
Naturalmente, el milagro no podía permanecer secreto. Parientes y amigos no
podían quedar ignorantes de lo ocurrido. Pero, ¿no es del todo razonable que
Jesús, sabiendo que la gente iba a sacar deducciones erradas de su poder
milagroso, ordenara no dar una publicidad innecesaria y peligrosa al asunto? En
Mat.8:4. ¿Hicieron caso de la advertencia estos hombres? La respuesta se
encuentra en el v. 31. Pero cuando salieron divulgaron las nuevas acerca de
él por toda la región. Lo que hicieron fue definitivamente un error, pero
comprensible. Jesús, según parece, no podía, ni puede pasar desapercibido. Gloria
a Jesús.
V.32-34) Cuando estaban partiendo, le
fue traído un mudo endemoniado. A Jesús lo estaban manteniendo muy ocupado.
Cuando un grupo se va, otro entra al escenario. Esta vez le trajeron un
endemoniado que se encontraba desprovisto del poder de hablar. Si analizamos un
poco más respecto de la posesión demoniaca, podemos decir lo siguiente:
1) hay que distinguirla de
otras aflicciones, existen distinciones como lo hace la Escritura (Mat.4:24), diferenciando
un endemoniado a un epiléptico. Algunas personas afectadas son
endemoniadas, ciegas y mudas (Mat. 12:22); otras carecen del poder de la vista
o del habla, pero no están endemoniados (Mat.15:30). Otros pasajes que muestran
que los evangelistas distinguen cuidadosamente entre enfermedades causadas por
demonios y enfermedades que no tienen esa causa.
2)
No es verdad que la posesión demoníaca sea sencillamente otro nombre para la
demencia. El hecho es que solamente en dos de los muchos casos relatados de
posesión ello ha afectado definidamente la mente (Mat. 8:28 y paralelos; y Hch.
19:14-16).
3)
Aunque hay parecido, no es verdad que la posesión demoníaca sea sencillamente
otro nombre para la personalidad múltiple o disociación (Estudio : El Dr.
Jekyll y Mr. Hyde, o la joven que estaba dividida en tres personalidades
distintas: la Santa, la Realista y Sally).
Diferencias
entre la personalidad múltiple y la posesión demoníaca:
a. los
demonios son seres espirituales que pueden salir de un hombre y entrar en los
cerdos;
b. son
siempre malignos, y
c. no
son expulsados por un tratamiento psicológico, sea largo o breve, sino por la
palabra y el poder de Cristo, instantáneamente. Ninguno de estos (a., b. y c.)
se aplica a la personalidad múltiple.
4)
La expresión posesión demoníaca describe una condición en que una personalidad
definida y mala, ajena a la persona poseída, ha tomado el control de esa
persona. Esta personalidad maligna o demonio puede hablar por la boca de la
persona poseída, y puede responder cuando se le habla (Mar. 5:7-10; Luc. 4:41; Hch.16:18; 19:13-15).
5)
Los demonios son los agentes de Satanás. Jesús vino a la tierra para aplastar
el poder de Satanás. Vino a atar al “hombre fuerte” (Mat. 12:29; Luc. 11:21, 22; Apo. 20:1-3) por medio de su
victoria sobre él en el desierto de la tentación y también por medio de la
expulsión de demonios y especialmente por medio de la cruz (Col. 2:15). Esta “atadura del diablo” apunta
hacia la derrota final y completa de éste, en conexión con la segunda venida de
Cristo (Rom. 16:20; Apo. 20:10).
6)
No es común, que hoy se presenten evidencias convincentes de posesión
demoníaca, pero tampoco podemos decir que no existen. De influencia demoníaca,
sí, pero no necesariamente de posesión demoníaca.
En
este caso, la posesión demoníaca había resultado en una invalidez grave: la
pérdida de la facultad del habla.
V.33.
Cuando el demonio había sido expulsado, el mudo habló. La forma en que los
espectadores fueron afectados por este milagro se declara en estas palabras: La
multitud se llenó de asombro y dijo: Nunca se ha visto algo parecido a
esto en Israel. Aunque esta expresión de asombro está vinculada con este
milagro específico, ya que ¿quién no se iba a maravillar si, en su misma
presencia, repentinamente se pone a hablar alguien que estaba privado de ese
poder?; esto podría bien ser considerada como la reacción de la gente ante
todos los milagros ocurridos en ese día (versos del 18-33). Las palabras y las
obras de Jesús provocaron sorpresa y asombro.
Esta
reacción no fue unánime totalmente, ya que los fariseos decían: Por el
príncipe de los demonios él echa fuera los demonios. Cabe destacar que los
fariseos no trataron de negar la realidad de estas poderosas obras. Hch. 4:16.
Hicieron algo aun más malvado. El poder de Cristo de obrar milagros lo
atribuyeron a la influencia capacitadora de Satanás, el príncipe de los
demonios. La hostilidad ya revelada en los versos 3 y 11 alcanza un punto muy
elevado aquí. Más adelante (12:24) estudiaremos detalladamente esta misma
acusación de los fariseos.
El
pecado de los fariseos fue ciertamente terrible. Ellos debieron haber combinado
la evidencia de las obras poderosas con el testimonio igualmente poderoso de
las profecías mesiánicas que se estaban cumpliendo ante sus mismos ojos. En
conexión con los sucesos relatados aquí (“y sus ojos fueron abiertos”; “el mudo
habló”) debieran haber pensado y recordado Isaías 35:5, 6 (“Entonces los
ojos de los ciegos serán abiertos … y cantará la lengua del mudo”).
En
estos tiempos también es necesario revisar la escritura desde génesis, y con el
estudio revelado de su espíritu santo, darnos cuenta lo que ha hecho Jesús, lo que
esta haciendo y hará con su iglesia, y “así nuestros ojos serán abiertos.”
Amén.
CONCLUSION
Los
evangelios sinópticos contienen más de treinta milagros de diferentes tipos, cubriendo
todas las áreas en que Dios puede actuar (salvando, liberando, sanando, resucitando,
etc.), haciendo Su palabra real y consistente, demostrando su deidad (Col.2:9). Jesús vino a dar vista a los ciegos
(física y espiritual) y a liberar a los cautivos por satanás en todas las áreas
en que este inicuo los tiene afectados. El mudo habló y ahora es seguro que no
callará, hablando de Jesús. Muchos de nosotros estábamos mudos y hoy podemos
testificar que Él nos ha salvado.
APOYO
ESTUDIO: IB MITEI