JESUS Y LA BLASFEMIA

JESUS Y LA BLASFEMIA

Lección: Mateo 12:22-32 Texto: Efesios 4:30

INTRODUCCION

Después de tan grande definición de “siervo escogido por Dios” o “el ungido de Yawhé”, Jesús, el Mesías judío, sigue su caminar, acompañado por sus enemigos y detractores. A la vez por los que tienen necesidad de todo tipo. Aquí nos encontraremos con milagros que son incluidos en su carpeta demostrativa de su poder y confirmando quién era él verdaderamente, aún cuando los fariseos le atribuyen a Jesús algo maligno, se encontrarán con la verdad de su blasfemia.

DESARROLLO

V.22-32)  v.22 > Le traen un endemoniado que sufre la pérdida de la vista y del habla (Ya vimos el tema en cuanto a la posesión demoniaca en Escuelas anteriores y sus efectos, Mat.9:32), y lo sanó, de modo que el mudo habló y vio. Jesús lo sanó completa e instantáneamente, así el hombre que había estado tan gravemente afectado ya no estaba poseído del demonio, ni ciego ni mudo, lo que causó un gran efecto en medio de los espectadores. v.23) Tan atónicos quedaron que entre ellos y en baja voz, expresaron una pregunta transcendental para los judíos, no confirmando, pero tampoco negando, ya que el milagro fue real. Esta fue una pregunta mesiánica, ya que como hemos estudiado, es referente a quien traería la libertad de los judíos a la opresión del yugo romano, como base y deseo de ellos en sus corazones. Podríamos escribirla así : ¿ Podría ser este el Hijo de David ? (Mat.9:27) o ¿ quién otro podría hacer este tipo de milagros si no fuera el Mesías ?, ahora no sólo pensando literalmente en la liberación que traería, si no agregando poder en todas las áreas. Tal vez el estado mental de la gente en ese momento podría describirse así: el carácter asombroso del milagro los había convencido que este Jesús muy bien podría ser el Mesías, pero no se atrevían a dar una expresión vocal definitiva a este pensamiento, por la presencia de los fariseos y tal frase podría ser considerada como una blasfemia. Entendemos que ellos alcanzaron a escuchar la pregunta, por lo que no tardaron en responder de la peor manera posible, de baja manera en el v.24 al decir que esto lo hacía por Beelzebú [ Beelzeboúl de origen caldeo, extraido de Baal Zebub = Baal de (la) mosca; Baal Zebub, deidad especial de los ecronitas; dios de estiércol; Beelzebú, nombre de Satanás. Dicc.Strong ], el príncipe de los demonios. Ellos dijeron esto y calumniaron a Jesús a sus espaldas. La acusación dirigida contra Cristo por los escribas y fariseos era perversa, resultado de la envidia Mat.27:18. Sentían que empezaban a perder seguidores, y esto no lo podían soportar. El carácter completamente vergonzoso de la acusación se hace más claro por el hecho de que considera a Beelzebú no como un espíritu malo que ejerce su influencia siniestra sobre Jesús desde afuera; no, se considera como que Satanás está en el alma de Jesús, diciendo que éste tiene un espíritu inmundo, como que era el mismo diablo (Mar.3:30; Jn.8:48; Mat.10:25). A lo que puede llegar la ceguera espiritual, producida por la envidia, el rechazo de alguien, hacia la persona de Jesús. REFLEXION PRACTICA : ¿ Hoy existirán ese tipo de personas ?

A esta absurda acusación Jesús señala que a. es absurdo (vv. 25, 26); b. es también contradictorio (v. 27); c. oscurece la verdadera situación (vv. 28–30); d. es imperdonable (vv. 31, 32); y e. manifiesta la perversidad de los que la hicieron, mostrando de quién son hijos estos blasfemos, en la misma forma en que las buenas obras y actitudes de otros dan evidencia para demostrar qué clase de personas son interiormente estos buenos hombres (vv. 33–37), lo que veremos en la próxima Escuela.

A.      Es absurdo :  Además ridícula, completamente irrazonable, porque si fuera verdadera, Satanás se estaría oponiendo a Satanás. Estaría destruyendo su propia obra, enviando sus mensajeros, los demonios, para hacer estragos en los corazones y vidas de los hombres, para después, con baja ingratitud y necedad suicida, estaría proporcionando el mismo poder necesario para la expulsión de sus propios siervos obedientes. Así estaría derribando su propio imperio. Ningún reino, ciudad o familia así dividida contra sí misma puede mantenerse. (v.25-26)

B.      Es contradictorio : Había otros aparte de Jesús y sus discípulos que pretendían tener poderes de expulsar demonios. También algunos hijos de fariseos quizás es posible que hayan realizado esta expulsión en algún momento. Ahora, no es necesario demostrar o refutar esto. El punto esencial es este: los amigos y seguidores de los fariseos pretendían tener este poder, y por razones adecuadas o inadecuadas, esta pretensión era aceptada generalmente, donde naturalmente los maestros de estos reputados exorcistas estaban anhelosos de aceptar su parte del crédito, esto es disfrutar de la gloria reflejada. Pero si los fariseos tenían razón al hacerlo, ¿cómo podrían, sin contradecirse, oponerse a Jesús por realizar el mismo tipo de obra? Entonces, “los hijos” son los que tienen que juzgar si es o no correcto lo que sus maestros dijeron acerca de la fuente del poder de Jesús para expulsar demonios. Si estos hijos consideran que la acusación es correcta, afirmando por lo tanto que él realmente estaba expulsando demonios por el poder de los demonios, se estarían condenando a sí mismos. Por otra parte, si juzgasen que la acusación es falsa, ellos estarían condenando a sus maestros y vindicando a Jesús. Cualquiera de las dos formas de veredicto sería embarazosa para los oponentes de Cristo. (v.27)

C.                    Oscurece la verdadera situación : Esa calumnia era una terrible oscuridad en medio de la luz. Era poner el reino de las tinieblas por sobre el reino de Dios. Jesús les dice que era imposible que sea por esa razón, ya que sólo el poder de Dios puede dar orden a los demonios. El reino de Dios está haciendo sentir su presencia (v.28) y no al revés, en proceso para su victoria final ya es un presente en ese momento, Gloria a Dios!, esta en acción, en desarrollo hasta llegar a su perfección final, con ֥Él. Durante el ministerio terrenal de Cristo, los enfermos eran sanados, los muertos resucitados, los leprosos limpiados, los demonios expulsados, los pecados perdonados, la verdad difundida, el error refutado. En vez de oponerse al reino y combatirlo, los hombres en todo lugar deben entrar en él, amén.  Todo esto por el “poder del Espíritu de Dios” que está siendo manifestado en esta forma, el poder de Cristo en la tierra. “Espíritu de Dios”, “el Espíritu del Dios vivo”, Veamos Mat.3:16; Rom.8:9b,14;1°Cor.2:11b,2:14,3:16,6:11,7:40;12:3; 2°Cor. 3:3,1°Ped.4:14;1°Jn.4:2a. El paralelismo importante a la lección esta en 1° Cor. 12:3 demostrando que este “Espíritu de Dios” es la tercera persona de Dios mismo, “el Espíritu Santo”. Así tan cierto es también aquí en Mateo, como lo demuestra una comparación de 12:28 con 12:32. v.29) Si un ladrón quiere robar los bienes de alguien, debe entrar a la casa, atar primero al dueño y luego hacer el robo (sacar lo que quiere), ya que es ilógico que éste reciba ayuda del mismo dueño. Jesús, por palabra y hecho, está privando a Satanás de los valores que el inmundo considera suyos y sobre los que ha estado ejerciendo su diabólico control (Luc.13:16). El Señor está expulsando a los siervos de Beelzebú, los demonios, y está restaurando aquello que Satanás ha estado haciendo a los cuerpos y almas de los hombres por intermedio de esos demonios. Para esto vino Jesús en carne, para atar al diablo, para tener victoria en el desierto de la tentación, con sus palabras de autoridad hacia los demonios, frenando toda su actividad, restringiendo su poder  hasta reforzarlo y consumarlo en la cruz (Col. 2:15) y en la resurrección, ascensión y coronación (Apo.12:5, 9-12). Esto lo hace por el poder de Dios mismo como dijo en el v. 28. Sí, el diablo está siendo privado, y progresivamente va a ser privado de sus “aparejos”, esto es, de las almas y cuerpos de los hombres, y esto no solamente por medio de curaciones sino también a través de toda la obra misionero del evangelio, alcanzando primero a los judíos y posteriormente a las naciones de todo el mundo.  ¿No es esta la clave para la comprensión de Apo.20:3? Notemos que en Luc. 10:17, 18 se relata la “caída de Satanás como un rayo desde el cielo” en conexión con el regreso y el informe de los setenta enviados. Gloria a Dios ! v.30) En esta batalla entre Cristo y Satanás (que los hombre tenemos) es imposible la neutralidad (Lea Mar. 9:40; Luc.9:50). El que no está conmigo, contra mí está, ya que hay solamente dos grandes imperios: a. el de Dios o de los cielos, con Cristo como Cabeza, y b. el de Satanás. Una persona pertenece a uno o al otro. En consecuencia, si no está en íntima asociación con Cristo, esta contra él. Estar “con” Jesús equivale a recoger; estar en su contra equivale a desparramar: el que conmigo no recoge, desparrama. Estar “con” Jesús significa ser instrumento para recoger personas para que sean sus seguidores (Pro.11:30; Dan.12:3; Mat. 9:37,38; Luc.19:10; Jn.4:35, 36; 1°Cor. 9:22). Estar “contra” él significa no estar dispuesto a seguirlo en su misión de reunir a los perdidos. Significa dejarlos en su condición de desamparo pastoral, de dispersos, fácil presa para Satanás ¿Con quién estamos?.

D.      Imperdonable : v.31-32) Algo que siempre se nos enseñó era que cualquier cosa que uno decía diferente, no aprobando algo dicho por un predicador, era una blasfemia contra el Espíritu Santo, o de igual modo, si había una manifestación visible externa en alguien y si alguno de nosotros dudaba y no sentía que era de Dios, se tomaba como una “irreverencia desafiante” llevándonos al campo de la blasfemia, colocando estas situaciones al mismo nivel de lo que estaban diciendo los fariseos a Jesús en los versos precedentes. Pero hoy por las palabras del Mesías, el ungido de Yawhé hemos aprendido realmente a que se refieren estos versos finales donde aclara lo que es imperdonable, ni ahora ni en el cielo. La Biblia nos enseña que todo pecado del cual el hombre se arrepiente verdaderamente, puede ser perdonado, incluso una blasfemia contra Jesús (Mar.14:71 hasta Pedro fue perdonado y restaurado), aquí el mismo lo dice. (El arrepentimiento está implícito en sus palabras, Ejemplos David, la mujer de Lucas 7, el hijo pródigo, el que estaba al lado de Jesús en la cruz, etc, etc). La palabra en griego “blasfemia”, aquí es el uso de un lenguaje insolente dirigido contra Dios o contra el hombre, la difamación, la burla, la injuria (Efe. 4:31; Col. 3:8; 1°Tim. 6:4), ampliando el concepto. En consecuencia, cuando Jesús nos asegura que “toda (o “toda clase de”) blasfemia será perdonada a los hombres”, él está usando la palabra “blasfemia” en ese sentido más general. Sin embargo, cuando dice la excepción, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada”, se está refiriendo a un pecado que aun en nuestro idioma sería considerado sin perdón. Leamos Mat.9:3; Mar.2:7; Luc.5:21; Jn.10:30 y 33; Apo.13:1, 5, 6; 16:9, 11; 17:3.

Para aclarar definitivamente este versículo y no estirarlo a cualquier cosa que no es, debemos ir al contexto del pasaje en cuestión, donde los fariseos están atribuyendo a Satanás lo que el Espíritu Santo está logrando a través de Cristo. Haciendo esto en forma intencionada, aumentando su pecado progresivamente, sin arrepentimiento alguno, afirmando que Jesús expulsa los demonios por el poder de Satanás, aún más, generando una conspiración contradictoria a los hechos de virtud ejecutados y vistos en la realidad, por medio de su insensibilidad criminal y completamente inexcusable, ellos se están condenando a sí mismos. El pecado de ellos es imperdonable porque no quieren caminar por el sendero que lleva al perdón. Hay esperanza para un ladrón, un adúltero y un asesino, ya que el mensaje del evangelio podría hacerlo exclamar: “Oh Dios, sé propicio a mí, pecador”. Pero cuando un hombre se ha endurecido a tal punto que ha determinado no prestar atención a las indicaciones del Espíritu de Dios (Esto hoy incluye toda su Palabra Efe.6:17), ni escuchando su voz de advertencia, se ha puesto a sí mismo en el camino que lleva a la perdición, el tal ha cometido pecado “de muerte” (Hebreos 6:4-8; 1° Jn.5:16).  Por otra parte, no hay excusa para la indiferencia, como si el tema del pecado imperdonable no fuera preocupación para el promedio de los miembros de la iglesia, donde aún hoy estamos observando un “reversionismo” [Sin su vida espiritual el creyente regresa al estilo de vida del no creyente, estudio en otro momento, ya que es una paradoja bíblica también este tema] que podría ser mortal para el que conoce las Escrituras (Como los fariseos y escribas de ese tiempo). La blasfemia contra el Espíritu Santo es el resultado de un progreso gradual en el pecado. Se puede entristecer al Espíritu (Efe. 4:30), si no hay arrepentimiento, puede llevar a resistir al Espíritu (Hch.7:51), lo cual, al permanecer en ello, se desarrolla hasta apagar al Espíritu (1° Tes.5:19). La verdadera solución se encuentra en Sal. 95:7b, 8ª; Heb.3:7-8. Por lo cual, aunque no creamos que estamos que lo hemos hecho, Jesús nos está diciendo una realidad espiritual que aún los doctores de la ley estaban ejecutando. Hay que oír su voz, toda la humanidad, cuanto más la iglesia en estos tiempos!!!

CONCLUSION

La fe viene por el oír (Rom.10:17) y por donde el espíritu de Dios llega al hombre perdido es por Su Palabra (Efe.6:17) (Palabra de Verdad=Evangelio), que redarguye de pecado y nos muestra nuestra condición que nos lleva a Cristo Jesús como nuestro Salvador en el momento de depositamos confianza en su obra (Efe.1:13), siendo sellados por el Espíritu Santo que nos preservará hasta el día de la redención, si nosotros permanecemos atendiendo, ya que ahora está en nosotros y en Su Palabra. Rechazar el evangelio, ya es una blasfemia que no tendrá perdón aquí ni menos en el cielo, menos a los que tengan conocimiento de la Escritura y de Dios, al cambiar la verdad por la mentira. Lo que pasó en este pasaje es imperdonable, decir que Jesús expulsaba demonios por Satanás y no por el poder del Espíritu de Dios. Es delicado el tema y nos lleva a una profunda meditación de lo que hoy puede estar sucediendo en otros lados, pero jamás en la iglesia de Cristo, que está de su lado, de su parte, con Él en intimidad cada día hasta su retorno por nosotros. Amén!

APOYO ESTUDIO: IB MITEI

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