Lección: Mateo 13:47-50 Texto: Juan 12:32
INTRODUCCION
Terminando la secuencia de parábolas del reino de los cielos, ahora
Jesús nos lleva a otra instancia muy simple y conocida por cualquier persona de
la tierra, que sabe como se pesca desde tiempos antiguos hasta hoy. La
sabiduría de Dios nos hace tropezar con su sencillez y simpleza para enseñar
algo tan profundo. Siempre somos nosotros (los hombres) que complicamos las cosas.
DESARROLLO
V.47) Una semejanza es fácil de entender,
por lo que aquí los que oyeron a Jesús cuando contó esta parábola sabían
del oficio y tenían incluso sus pymes de pescadores, familiarizados con el
hecho de poner redes grandes, atrapando peces de todas las variedades, mientras
el agua, abundando en peces, pasaba libremente a través de ella. Sabían lo que
era arrastrar una red de ese tipo hasta la orilla, sentarse luego en la playa y
seleccionar los peces. Los peces comestibles y los vendibles eran echados en
baldes o barriles, los demás eran descartados. Así también el evangelio de la
salvación provisto por Dios por medio de la fe en Cristo está constantemente
“pescando” hombres (Luc.5:10). Sin
embargo, no todos los que entran en el reino en su manifestación visible (para
todos los propósitos prácticos podríamos también decir no todos los que entran
en la iglesia visible) son verdaderamente salvos. Esto se hará evidente cuando
se produzca la separación que realizarán los ángeles en el día de su regreso
por los suyos. El recoger toda clase de peces indica toda clase de personas,
seres humanos de toda raza, nación, tribu o lengua de esta tierra (Luc.14:21-23). Como todo tipo de pámpano (Juan 15:2), donde no todos son iguales (Gál.2:4; 2°Tim.3:2-5; 2°Ped.2:2-3). Este
primer verso también indica todo tipo de personas en cuanto a edad, grupo
social, grado de educación o de inteligencia, etc. No se indica la cantidad,
sino el trabajo de arrastrar a estos peces a la red. IMPORTANTES versos : Juan 12:32; 6:40, 44
Estos versos describen la forma de como serían atraídos a esta red los peces y
el propósito final para ellos.
V.48-49) Luego que se llene esta red, se
produce lo mismo que se enseñó en la parábola del trigo y la cizaña (cosecha y
separación del grano), no hay otra interpretación, si no una confirmación de lo
que se realizará al final, así también la red habiendo pescado peces de toda
clase, buenos y malos, se les separará en dos categorías cuando la red esté en
la playa, donde la función de los ángeles es esencialmente la misma en ambos
casos (v.41 y v.49b), y la suerte de los malvados se describe en dos versículos
que son idénticos (v.42 y v.50). Por lo anterior es una parábola gemela a la
del sembrador que al final cosecha, lo que añade son las etapas con respecto al
trabajo de los pescadores en sus fases iniciales: tender la red, arrastrarla a
la orilla, y sentarse en la playa. Y en cuanto a los detalles finales de su
actividad, recoger los peces buenos y desechar los malos, el Señor los aplica
simbólicamente a la actividad de los ángeles exactamente como ocurre con la
labor de los segadores en la otra parábola. Así que la honestidad nos lleva a
concluir que, aunque la figura usada es completamente diferente, cuando llega
al punto más importante, “¿Cuál es la lección importante que enseña esta
parábola?”, nada hay que sea distintivo, nada que ya no se haya dicho : Los que
estarán en el reino de los cielos, son los buenos (Justificados, santificados y
glorificados en Cristo Jesús) (Leamos 2°Tes.1:9-10; Apo.20:15).
V.50) Terminando como ya se ha indicado, los malos
serán arrojarán en el horno de fuego.
Allí será el lloro y el crujir de dientes, es un duplicado exacto del v. 42. Es
una misma idea bajo otro símbolo, ¿no es exactamente lo que debiéramos admirar
más? ¿No quiere decir esto que el Salvador está imprimiendo en los discípulos,
para el propio bien de ellos y para bien de quienes iban a recibir de ellos el
mensaje, la certeza absoluta y el carácter irrevocablemente decisivo del juicio
venidero, con el fin de, hasta donde fuera posible, evitar la desesperación
eterna? ¿No apoya esta conclusión el hecho de que después de parábolas sobre
sembradores, semilla de mostaza, levadura, tesoro escondido y perlas,
ilustraciones con las que ellos y la mayor parte de la gente estaba
familiarizada, ahora termine su serie con una de la esfera de la pesca, aquella
con la que los discípulos estaban más familiarizados? ¿No les está diciendo:
“Lo que vosotros habéis estado haciendo muchas veces o habéis visto hacer a
vuestros condiscípulos pescadores, esto es, separar lo malo de lo bueno y
desecharlo, será hecho de una vez para siempre por los ángeles cuando se lo
ordene”? ¿No está indicando: “Por lo tanto, amonestad a todos los hombres en
todo lugar que se arrepientan”? Y a la luz de lo que antecede (v.44–46), ¿no
está agregando, al parecer, “En vista del carácter irreversiblemente decisivo
del juicio venidero impresionad a los hombres con la extraordinaria preciosidad
del reino de los cielos y la necesidad de que todos tomen posesión de él aquí y
ahora”? Que grande es Dios y su amorosa enseñanza. (Leamos Apo.14:10-11;
16:10-11)
CONCLUSION
Podemos concluir que el punto de vista de
la situación está en línea con el constante énfasis de Cristo en cuanto al
carácter definitivo de la sentencia escatológica una vez
pronunciada (8:12; 13:4, 50; 25:10, 30, 46; Luc.17:26-37). También está en
línea con su exhortación a los hombres en todo lugar que se arrepientan
(Mat. 4:17; 9:13) y que estén constantemente alertas (25:13; Mar.
13:35-37). Finalmente, está en armonía con lo que los Evangelios nos dicen
acerca del corazón profundamente compasivo de Cristo (Mat.9:35-38;
11:28-30; 14:13-18; 15:32; 23:37, etc). Destacamos por lo tanto su amor, claridad,
verdad en cada una de las parábolas estudiadas y observamos que Él siempre estuvo
y está pensando en sus discípulos, los que le estaban oyendo y en nosotros, por
la tarea que tenemos que realizar siendo verdaderos escribas del reino. Esto
serpa abordado en la próxima lección. Dios es bueno todo el tiempo! Amén.
APOYO ESTUDIO: IB MITEI