Lección: Mateo 16:1-4 Texto: 1°Corintios 1:22
INTRODUCCION
Estos versos también los encontramos en Mar. 8:11-13 y Luc.12:54-56. Quizás
son cuatro versos, pero muy importantes, por lo que le daremos el énfasis correspondiente.
La humanidad no cree, los que escuchan dudan y los que deberían tener claro los
tiempos que vivimos, piden señales. Este punto es una copia de lo que ya ha
sucedido a través de los siglos en la historia de la fe. Hay quienes, que
aunque vean no creerán y eso es lo más relevante e increíble, ya que la “verdad”
es la realidad de los hechos (en cualquier era, circunstancia y momento) y esto
es irrefutable. El Evangelio de Cristo es la verdad absoluta y no tiene nada de
relativo. La verdad es exclusiva y cuando es expuesta causa división, se le
acusa de “intolerante”, “intransigente”, pero no puede ser cambiada, porque si
lo fuera, pasa al ámbito del error.
DESARROLLO
v.1) Llegando Jesús a la otra orilla del
Mar de Galilea, ahora se encuentra con una mayor población de Judíos nuevamente
(Lugar étnicamente mixto), quienes anhelaban verlo para retomar su encarnizada
persecución con estrategias malignas, pidiéndole
“señal del cielo”. ¿Habían sabido de sus milagros de proveer alimento para los
hambrientos y restauración física a los inválidos del lado oriental del mar?
¿Era esto lo que había alimentado nuevamente en su envidia constante y presente?
Como antes (Mat.12:30), ahora también fue puesto en duda el valor de los
milagros de Jesús como señales, la idea de que estas obras maravillosas
indicaban que había sido enviado por Dios. Los fariseos no podían negar sus
extraordinarios poderes pero trataban de convencerse a sí mismos y a los demás
que esto no era otra cosa que magia negra, procedente directamente del
infierno. Además, ¿no eran simplemente señales “terrenales”? Lo que ellos están
pidiendo una vez más es “una señal del cielo”. Seguro, como su gran libertador y
profeta Moisés del Antiguo Pacto, estaban pidiendo algo como “hacer caer maná
del cielo” (Exo.16; Jn.6:32) o como Josué, el conquistador que con su oración
detuvo el sol y la luna (Jos. 10:12-14). También quizás, como en los días de
Débora y Barac, que haga que las estrellas peleen en favor de Israel (Jue.5:20)
o imitando a Samuel, que por medio de una oración ferviente haga tronar para
atemorizar a los “filisteos” de su tiempo, esto es, a los romanos (1° Sam.7:10).
Tenemos a Elías cuya oración trajo una respuesta instantánea de “fuego del
cielo” (1° Rey.18:30-40). Es en algunos de estos portentos que ellos están recordando
y pidiendo. No debemos dejar de recordar que ellos ya habían atribuido sus
milagros a Beelzebu (Luc.16.31), como estudiamos anteriormente. Su envidia no
tiene limite y seguro aunque vieran hacerlo, también dirían lo mismo. Que terrible es la ceguera del orgullo y
soberbia religiosa de una verdad que es falsa y que teniendo en frente el hecho
más real de los tiempos, ellos no lo vieron. Con esto, nuevamente vemos que su propósito era
desacreditarlo, probándolo, tentándolo con cierta esperanza y expectación de un
fracaso, quieren exponerlo públicamente. Esta sola combinación (de unirse los saduceos
y los fariseos) de fuerzas, muestran el esfuerzo de destruir a Quien
consideraban su enemigo. Los fariseos, casi siempre solos (Mat.9:3, 11, 34;
12:2, 14, 24, 38; 12:14; 15:1; Mar. 3:6), habían atacado repetidas veces a
Jesús. Pero ahora vemos a ambos grupos aliados en su contra.
¿no comprendieron estos hombres que la señal del cielo estaba allí
delante de ellos? ¿No había proporcionado ya abundante prueba del carácter
genuino de su misión? ¿No lo había hecho así por palabra y hecho, en
cumplimiento de la profecía?
v.2-3) Con su magistral respuesta, Jesús
reprende a estos hombres porque prestan más atención a las condiciones siempre
cambiantes del clima que a los acontecimientos que introducen cambios
históricos trascendentales. La venida a este mundo del Hijo del hombre con su
énfasis en el poder, la gracia, y el amor de Dios más que en las reglas
humanas—muchas veces necias—y con sus demostraciones de poder sobre todas las
cosas, aun sobre la enfermedad, la muerte, los demonios y las tormentas
destructivas, ¿no predecía esto la caída del judaísmo legalista? ¿No anunciaba
la aparición de una iglesia formada por gentiles y judíos, compuesta por todos
los que creían en la salvación por gracia por medio de la fe y en una vida de
gratitud a Dios y de servicio al hombre? ¿No era esta venida y esa manifestación
de poder y gracia una clara predicción tanto de la condenación de Satanás y del
significativo fortalecimiento del reino que no puede ser jamás destruido? ¿No
comprendían que sus días, incluyendo sus sutiles discusiones sobre cosas no
esenciales, estaban contados, y que el evangelio que proclamaba el Profeta de
Galilea, el Hijo de Dios, comenzaría a esparcirse cada vez más ampliamente
hasta abarcar toda la tierra? Pero no, las señales de los tiempos no parecen
interesarles. ¡Prefieren hablar del clima!. REFLEXION PRACTICA : ¿No sucede
esto hoy en día? Muchos están preocupados de las señales del fin, de la aparición
del anticristo, la construcción del tercer templo, los sacrificios nuevamente, analizando
las guerras, rumores de estas, pestes, hambres y demás cosas que están antes
los ojos del mundo, pero se extravían de la más grande verdad que ya fue dicha
por Jesús. Él retornará y nuestra fe en Él , es lo que debe encontrar, despojándonos
(negándonos a nosotros mismos) de todo y usando el arma de la Santidad como
nuestra segura esperanza. Hoy algunos quieren más señales (igual que ellos) y
no se despojan de nada de esta vida, sus proyectos y pensamientos ciegos. Él se
despojo a si mismo, de su divinidad y de Su Gloria par venir nosotros, y nosotros
¿De qué nos estamos despojando ?
Junto con tanta gente que observa el cielo, estos fariseos y saduceos
sabían diferenciar entre y juzgar correctamente los variantes aspectos del
cielo. Sabían que en su país la meteorología era conocida, como “cuando la
puesta del sol es clara, nada hay que temer”. Por otra parte, cuando durante la
noche el viento del oeste, del Mediterráneo, había cubierto de nubes y vapores
el país, de modo que al amanecer el cielo oriental era de un rojo
resplandeciente mezclado con amenazadoras bandas de oscuridad, ellos sabían que
había un día lluvioso o tormentoso en perspectiva, porque, “cuando del cielo
gris las nubes comienzan a bajar, día de tormenta hay que esperar”. Por
supuesto, todo este tipo de predicciones está sujeto a muchas variables: la
vista puede estar disminuida y distorsionada por nubes de polvo, los vientos
pueden cambiar (Jn.3:8), etc., pero a grandes rasgos las predicciones hechas
por los fariseos y saduceos eran correctas. ¡Qué deplorable que estos hombres
fueran tan eficientes en cosas secundarias!
v.4) En cuanto a su petición de señal,
como si ninguna hubiera sido dada, Jesús responde: “Una generación mala y
adúltera busca señal, pero no se le dará señal sino la señal de Jonás”. Por
medio de aquella señal, la muerte expiatoria de Cristo y la gloriosa
resurrección de la tumba, él triunfaría completamente sobre ellos, demostraría
que él mismo es el Mesías. Esta iba a ser la “señal” de su completa victoria
sobre todos sus enemigos y un anuncio de su regreso triunfante en las nubes del
cielo (Apo.1:5,7). ¡Qué señal iba a ser esta muerte y resurrección para los
fariseos que constantemente estaban planeando la muerte de Jesús, sin temer que
pudiera vencer la muerte, y para los saduceos que ni siquiera creían en ningún
tipo de resurrección! Y habiéndolos dejado, se fue de allí. Quedan abandonados
a su suerte, al destino que ellos por la dureza de su corazón han elegido para
sí mismos. Gloria a Dios para siempre!.
Referencias : Mat.11:4-6; 24:30,26:64; Luc.2:34;
Hch.2:40; Rom.1:4; Fil.2:9-11.
CONCLUSION
La verdad es esta, Yeshúa, o Jesús es el Mesías esperado. Todas las
profecías se cumplen en él, se cumplirán como las señaló y su retorno esta
cerca. No seamos como esa generación maligna, no adulteremos espiritualmente
tampoco, dejando a nuestro Salvador por otro. Nuestra fe debe estar intacta
como en el primer día. Hoy en que se piden señales, y en un pluralismo religioso,
donde la verdad es subjetivo y relativa, no podemos ser tolerantes queriendo
sacrificar la verdad, esto no podemos hacerlo en el altar de la “unidad”, no!,
Hay que analizar mejor, de que tipo de tolerancia estamos hablando, y saber que
el Evangelio es lo menos discriminatorio que existe, y por eso no se puede tranzar.
Como cristianos verdaderos debemos seguir a nuestro líder y conocerlo cada día
más, pensar como él piensa y decir lo que él dijo, no pedir ninguna señal
extra. Ni siquiera los Judíos Mesiánicos que han creído en Jesús están pidiendo
señales, se están preparando para su retorno en arrepentimiento, santidad y
haciendo la Torá, hasta ellos nos están invitando a estar sin dudas que el
Mesías volverá para reinar por mil años. Recordemos que las ramas injertadas
dependemos de la raíz y no al revés. Amén!
APOYO ESTUDIO: IB MITEI