LA FIESTA Y LA MUERTE DEL BAUTISTA

LA FIESTA Y LA MUERTE DEL BAUTISTA

Lección: Mateo 14:1-12 Texto: Juan 10:41

INTRODUCCION

El cambio de tema del evangelista no es impropio, ya que como hemos venido indicando hay circunstancias de relación de omentos vividos que se vuelven a retomar con un fin mayor que más adelante se comprenderá. Vamos a observar en esta clase, como el tetrarca Herodes Antipas realiza una vergonzosa fiesta, que provoca la horrible muerte del siervo del Señor, el heraldo de Cristo, Juan el bautista. Saquemos la esencia de este pasaje, con la ayuda y guía del Espíritu de Dios.

DESARROLLO

V.1-5) La frase “en aquel tiempo” es muy indefinida. En conexión con las palabras “…Juan el Bautista, ha resucitado de los muertos”, la designación del tiempo debe referirse a un período que se ubica después de la ejecución de Juan, que probablemente ocurrió varios meses más tarde de su encarcelamiento. Es probable que el asesinato del heraldo de Cristo ocurriera al principio del año 29 d. C. o cerca de esa fecha. Recordemos que en Mateo 4:12 y 11:2 se habla de Juan cuando estaba en prisión, y ahora Mateo completa la información.

Resumiremos lo siguiente para indicar que Herodes el tetrarca es Herodes Antipas, gobernador de Galilea e hijo del Herodes que era rey cuando Jesús nació (cap. 2). Sabemos que no solamente el casarse con la esposa de un [medio] hermano era en contra de la ley judía (Lev. 18:16; 20:21), sino que Herodes y Herodía se habían divorciado de sus cónyuges anteriores con el fin de casarse. No sólo fue un casamiento políticamente imprudente, sino que religiosamente era un escándalo, y la condenación en voz alta de Juan habría sido dañina para la reputación de Herodes entre sus súbditos judíos. Juan, por ello, no sólo puso en vergüenza a Herodes, sino que también era una amenaza para su seguridad política.

v.2 ) Cuando Herodes comenzó a oír en su palacio la fama del Mesías, sus milagros y portentos se perturbó. Estas obras del Señor, aun más que sus palabras, le sorprendieron a tal punto que en su imaginación inquieta, morbosa y febril, veía en Jesús a Juan el Bautista revivido (restaurado a la vida) y así se lo hizo saber a sus sirvientes. (en el tiempo presente es que Mateo continúa escribiendo). Este verso es importante ya que nos habla del poder de la palabra y las obras de Jesús, que frente a alguien que había cometido pecado, ya comenzaban a redargüir las conciencias. (Mar.6:18)

v.3-4) Ahora el escritor, se vuelva atrás recordando las razones por las cuales había sido encarcelado el profeta Juan, al declarar el pecado de todos los involucrados. En especial la mujer es la que como “reina” es afectada y a la vez más resentimiento tenía, transmitiéndoselo a Herodes, para que hiciera algo al respecto. (Mar.6:19-20)

Reflexión del verso 4 : La verdad dicha por Juan el bautista incomodaba a Herodes y los que estaban en pecado (Esto sucede hasta los días hoy, decir la verdad “incomoda” al transgresor y habrá probables planes para ir en contra de quien descubre la maldad). (Ejemplos : David al ser confrontado por el profeta en 2°Samuel 12:7; Pablo al decir la verdad a Félix en Hch.24:25)

v.5) En esos momentos Herodes conocía de la reputación del Bautista y el respeto del pueblo, quizás más adelante eso fue bajando por los comentarios e información de los fariseos, que también hablaban en contra del profeta. Todo esto fue ayudando a que más tarde, no dudara en cumplir lo que prometió a Salomé, en el día de su cumpleaños.

V.6-12) Llegó el día de la celebración del cumpleaños de Herodes. Este dio a Herodías la oportunidad que ella había estado esperando ansiosamente. Por supuesto, había un banquete. Era contrario a la moral de la época que las mujeres se reclinaran a la misma mesa de los hombres (Est. 1:9). Sin embargo, cuando los hombres necesitaban diversión, al lado femenino de ningún modo la pasaban por alto, siempre había. De la historia de Ester sabemos que la reina Vasti se negó a ser usada de este modo. La reina Herodías era de una disposición diferente. Estaba dispuesta a usar aun a su hija con tal propósito. La reina estaba atenta a fin de emplear cualquier medio que fuera necesario a fin de vengarse de Juan el Bautista. Así que, con el consentimiento cordial de Herodías, Salomé bailó “en medio de” los invitados varones.(Mar.6:21)

¿La madre, por su intuición femenina ayudada por el íntimo conocimiento de las debilidades de su marido, habría adivinado lo que iba a ocurrir? ¿Quizás ella lo haya planeado así? Como quiera que haya sido, cuando las cosas comenzaron a presentarse del modo que le convenía, ella estaba lista para dar el golpe. Evidentemente su hija compartía los mismos pensamientos. Naturalmente, los invitados siempre eran personas para quienes la complacencia en los deleites sensuales lo era todo (Est.1:3, 10; Dan.5:1, 4, 23). ¿Estaban sobrios todavía cuando miraban a Salomé que con rítmicos movimientos danzaba en forma embrujadora y seductora? Su encantadora aparición y sus movimientos exóticos agradaron a Herodes a tal punto que, perdiendo todo sentido de decoro o dignidad (si es que la tenía) y sin sospechar que las palabras que iba a pronunciar iban a tener graves resultados.

v.7-8) Con juramento prometió dar a Salomé lo que quisiera pedir “hasta la mitad del reino” (Mar. 6:23). La muchacha, instigada por la madre, respondió: “Dame aquí en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista”. Además, la quería “ahora mismo”, inmediatamente (Mar. 6:25). Herodes Antipas estaba definitivamente metido en un dilema. El “rey ” [Este título se usa ahora en un sentido libre, muy general, porque técnicamente este hombre no era un rey y nunca llegaría a serlo] estaba angustiado. Su conciencia le decía que era malo dar la orden de ejecución contra Juan. Equivalía a un homicidio. También debe haber comprendido que al hacer esto estaba amontonando en su contra la mala voluntad del pueblo que tenía un concepto muy elevado de Juan. Por otra parte, según escribe Congreve, The Mourning Bride, Acto III :  “en el cielo no hay ira como el amor convertido en odio, ni el infierno conoce furia como la de una mujer desdeñada

Imagínese el escarnio que Herodías habría derramado sobre el tetrarca si éste se hubiera negado a seguirle el juego. Pero en este punto ella ni siquiera es mencionada. Ella ya ha hecho su parte y puede permitirse esperar los resultados.

v.9) Sin embargo, el texto menciona la consideración que debe haber tenido un mayor peso en la balanza mental del “rey”, el juramento hecho pública y enfáticamente ¿Cómo podría él violar tal juramento? . El se entristeció.

¿Quizás pudo haberle dicho a Salomé: “Prometí favorecerte con un regalo; no te prometí cometer un crimen”. O también, “Yo te prometí un regalo a ti, no a tu madre”. Lo mejor hubiera sido: “Ahora veo que pequé al hacer esta promesa, por lo tanto me retracto”. Pero a Herodes le faltaban el valor, la humildad, y quizás también la sobriedad o claridad mental como para considerar tales respuestas. Para él era de suprema importancia el juramento hecho en presencia de los invitados y la necesidad de no desprestigiarse delante de ellos. v.10) Entonces dio la orden, y Herodes Antipas “hizo decapitar a Juan en la prisión”.

v.11) La cabeza fue traída en una bandeja y se la entregaron a la muchacha, la que la llevó a su madre. Ocurre frecuentemente que de un banquete se envían platos a los que no podían asistir. Entonces esta fue la porción recibida por la perversa reina. ¿Dulce venganza? Más bien, ¡qué horrible! Y ¡qué amargas consecuencias produjo tanto para el rey como para la reina! Seguro los resultados fueron sumando : el rechazo de su esposa, su casamiento con Herodías y el asesinato de Juan y seguro el creciente desagrado de muchos de los judíos. Sepamos lo que les sucede después.

[ Nota histórica : Gayo César, mejor conocido como Calígula, emperador que gobernó el imperio romano los años 37 a 41 d. C., poco después de su ascenso al trono promovió al hermano de Herodías, esto es, a Herodes Agripa I (Hch.12:1), al rango de rey, con todos los honores y emolumentos correspondientes a esa elevada posición. Esto hizo que Herodías se pusiera muy celosa. Envidió la ascensión de su hermano al poder e incitó a su marido a que se embarcase a Roma en busca de una posición similar. Herodes Antipas resistió por un tiempo, pero finalmente cedió. Sin embargo, al oír esto, Herodes Agripa I envió a Fortunato, uno de sus libertos, a Roma, llevando cartas que mostraban que aun ahora Herodes Antipas estaba aliado con los partos en una conspiración contra el emperador. Al mismo tiempo que el emperador saludaba a Herodes Antipas, también leía estas cartas de Herodes Agripa. Puesto que el tetrarca no pudo refutar las evidencias que esas cartas tenían en su contra, fue privado de todo su poder y fue condenado a un exilio perpetuo en Lyon de Galia. Su tetrarquía fue anexada al reino sobre el cual gobernaba Agripa. ¿Y Herodías? Estaba con su marido cuando se dictó la sentencia. Cuando el emperador supo que Herodías era la hermana de Agripa, por consideración con este hermano de ella no la desterró y le permitió conservar todas sus propiedades personales. Para hacerle justicia hay que decir que si quedaba en ella alguna chispa de virtud, ésta se mostró en este tiempo, porque decidió permanecer con su esposo e ir al exilio con él.]

v. 12) “Entonces vinieron los discípulos de Juan, llevaron el cuerpo y lo sepultaron; y fueron y le contaron esto a Jesús.” Acerca de los discípulos de Juan (Mat.9:14; 11:1-3;Jn.3:25-26), en vista del hecho de que a estos hombres se les había permitido visitarlo en la prisión, no es sorprendente que ahora se les permitiera dar un entierro honroso a su cuerpo decapitado e ir a informarles lo sucedido a Jesús. Esto indica que tenían una relación linda con el Mesías y no solamente eso, sino también que creían en él. ¿No parece esto también indicar que “la respuesta que Jesús había dado a Juan” (Mat. 11:4) tiene que haber dejado satisfecho al profeta?.

CONCLUSION

La frase más maravillosa del profeta Juan el Bautista es “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29), la secuencia de vida de Jesús y su obra perfecta lo corroboran. Tanto así que su fama  y Palabra, sabemos que siempre causan un impacto en el espíritu humano y penetran hasta partir el alma, por lo tanto, dentro del capítulo 10 de Juan, surgen grandes verdades del redil, del buen pastor y del Dios que es uno, lo interesante es que Juan, pese a la muerte que tuvo, dijo la verdad en todo momento y quizás ésta, humanamente, lo llevó a su decapitación, donde su muerte nos muestra una poderosa historia de fe. Pero lo más grande es Jesús, a quien preparó el camino, que terminó de igual modo, por que Él es la Verdad! Si nos toca decir algo en este tiempo, que es similar al tiempo de Jesús, el mundo está en fiesta y muchos de su pueblo, también, pese a ello debemos decir la verdad, sin importar las consecuencias terrenales, ya que por nuestras palabras seremos puestos en balanza. Dios nos ayude todopoderosamente para predicar Su Verdad, solo ella hará la obra, no nosotros. Amén!

APOYO ESTUDIO: IB MITEI

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